La cena fue una delicia! La chimenea creaba un ambiente súper acogedor y el té de la tarde fue simplemente mítico, perfecto para relajarse tras explorar los senderos. Además, Bedrich es un anfitrión de 10, siempre dispuesto a compartir historias de la zona.

Aunque la experiencia fue encantadora, me hubiese gustado tener una mejor comunicación acerca de la cocina. Al llegar, esperábamos darnos una ducha caliente, pero el agua no estaba a la temperatura ideal. Aún así, el entorno hace que todo brille.

La ubicación en el bosque es impresionante.

Lamentablemente, la ducha tenía poca presión y el agua salía marrón. sentí que no recibimos una buena atención, ya que al no consumir en la cocina, nos hicieron sentir casi excluidos. Además, el frío fue un gran inconveniente porque las ventanas no cerraban bien y no había calefacción en la habitación.

Lo esencial, sin rollos

Una experiencia inolvidable en un entorno natural fascinante. Los senderos son perfectos para todo tipo de excursionistas, y la atención del personal destaca por su amabilidad y conocimiento del lugar. Además, los platos están hechos con ingredientes frescos. ¡No se lo pierdan!

La ducha apenas tenía agua y salía marrón, ¡una experiencia verdaderamente refrescante! Además, la atención de la señora fue casi inexistente, haciéndonos sentir no deseados cuando no consumimos su comida carísima. Me esperaba algo especial como un detalle por la incomodidad, pero parece que eso está reservado para otros. Perdí las ganas de dejar una buena reseña.

El entorno es realmente mágico. pude disfrutar de un delicioso desayuno con vistas a los colibríes. Además, el dueño era muy amable y compartió sus conocimientos sobre la fauna local.

Sin embargo, el agua de la ducha salió un poco marrón.

Acogedor y con atención impecable, el lugar ofrece un acceso fácil a hermosos senderos rodeados de naturaleza.

Ambiente súper acogedor, chimenea encendida y vistas impresionantes. Habitaciones rústicas, muy cómodas. Comida deliciosa, desayuno incluido y un trato amable. Senderos perfectos para explorar la naturaleza, vimos quetzales desde la sala. Ideal para desconectar y disfrutar del entorno.

hermoso, hermoso, hermoso

La atención de doña Lucrecia fue increíble, siempre nos hizo sentir como en casa. Caminamos por senderos hermosos rodeados de naturaleza y hasta vimos quetzales desde nuestra habitación. La combinación de un ambiente rústico y la tranquilidad del lugar lo hicieron perfecto para escapar del calor.

lo recomiendo 😊❤️

El lugar perfecto para ver quetzales y disfrutar de caminatas. Personal muy amable, pero llegamos sin nadie para recibirnos.

Las vistas eran impresionantes, aunque la ducha tenía poca presión.

Frío intenso en la habitación, pero chimenea acogedora y excelente comida

Las habitaciones son rústicas, la comida deliciosa.

Las vistas desde la cabaña eran impresionantes, y la zona es super bonita, ideal para hacer senderismo. Bedrich fue muy amable, nos ayudó con todo y nos hizo sentir como en casa. La chimenea encendida y el ambiente acogedor hacían de nuestro descanso algo especial.

El acceso a la ducha fue complicado.

Tuve una estancia maravillosa en Iyok Ami. La ubicación en el bosque es impresionante, y disfrutar de desayuno y cena con vistas al quetzal desde la sala fue incomparable. Además, los senderos son perfectos para explorar la naturaleza circundante.

Nada que mencionar.

Las vistas eran impresionantes y la cabaña muy acogedora. Perfecto para hacer senderismo y ver quetzales desde la sala. ¡Una experiencia natural de ensueño!

No había wifi, así que prepárate para una desconexión forzada. ¡Adiós memes!

Tuve una buena estancia en la habitación doble económica, con una buena experiencia en la naturaleza, aunque el acceso a la catarata fue algo complicado. Sin embargo, la presión del agua en la ducha fue insuficiente y noté un servicio que podría ser más amable, ya que me sentí un poco excluido al no consumir en la cocina.